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El Milano Real tiene el privilegio de ser la más elegante de nuestras rapaces y una de las aves más características de nuestra fauna. Su área de distribución cubre la mitad de Europa y sectores de Africa del Norte, pero no se encuentra en ninguna otra parte del mundo.
Buen velero y normalmente poco arisco, ofrece el espectáculo fascinante de su absoluta maestría en el aire. Durante las paradas nupciales la pareja acompaña sus acrobacias veleras con dulces relinchos: «hiou-hiou-hiouou». El nido es un buen montón de ramas, guarnecido de tierra, lana, musgo y toda clase de trozos de papel e incluso de plásticos.
Con frecuencia el Milano Real forma parte de las partidas de carroñeros que recorren los campos a la espera de reses muertas; junto a los cadáveres se le ve con buitres, córvidos y su pariente el Milano Negro, con el que compite fuertemente por los lugares de nidificación, en determinados emplazamientos, ya que, en general, el Negro es mucho más abundante y común en época de cría. Sólo en invierno, a causa de las muchas aves de su especie que llegan de otros puntos de Europa, puede verse al Milano Real por todas partes. |
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