Está construido en sillería. Tiene una nave de dos tramos que estaban cubiertos con bóveda encamonada rebajada. El tejado, hoy no existente, se apoyaba sobre algunos modillones románicos.

La puerta tenía cuatro arquivoltas románicas y sobre ellas ponía una inscripción con la fecha en que se construyó la ermita, concretamente el año 1.693. Sin embargo en el interior pone otra fecha de 1.705 y en el muro norte, al exterior otra de 1.834. Es en este muro donde quedan empotradas piedras decoradas procedentes de impostas románicas.

El retablo de la ermita se conserva en la Iglesia de La Soledad de Bolea.