Los "chotos d'os quintos" es una tradición perdida que se celebraba en Santa Eulalia de Gállego hacía unos 50 años.
Las fiestas mayores de Santa Eulalia eran en diciembre, empezando el día de la santa, que es el 10, y terminando el 13, Santa Lucía. Aunque mantenían la fiesta de verano, San Roque, era considerada la "fiesta pequeña" porque la gente estaba muy atareada con las labores del campo y no había tiempo para la diversión.
El primer día los mozos del pueblo, en diferentes cuadrillas, salían a rondar por las calles llevando unos chotos que ellos mismos habían vestido y adornado con lazos y ramas. Los animales serían sacrificados horas después constituyendo su carne el menú básico del resto de los días de la fiesta. La carne se guisaba o se asaba y se comía en casa de uno de los mozos de la pandilla o bien en la plaza, y todo forastero que se acercase era invitado a sentarse y comer. Los animales se solían traer de la pardina de San Martín, que era de Foria de Ansó, o bien de casa Rubiola.
El número de chotos dependía del número de mozos. Cuando la fiesta desapareció, a mediados de los 50, sólo una pandilla de jóvenes los llevaban en la ronda.
La emigración se llevó a los chicos fuera del pueblo y esta fiesta, como tantas tradiciones, cayó en desuso. Sin embargo, a finales de los 80 se recuperó durante un día de agosto para ser grabada por Eugenio Monesma. La carne se comió en albóndigas y guisada con patatas. Mucha gente participó en esta ronda y es una lástima que desde entonces no haya vuelto a celebrarse.